Podemos decir sin lugar a dudas que es la tapa más extendida por los bares de Madrid. Sin embargo, sólo en pocos sitios podemos degustarlas crujientes por fuera y blanditas por dentro, con una salsa brava auténtica. Si nos animamos podemos hacerlas en casa facilmente, y si las queremos de lujo os daré al final un par de detalles para quedar bien.
INGREDIENTES:
- Patatas de freír.
- Aceite de oliva.
- Un bote de tomates enteros pelados.
- Cebolleta.
- Ajos.
- Pimentón de la Vera.
-Guindillas cayenas o grandes.
- Sal.
ELABORACIÓN:
1) Lo primero que haremos es la salsa. En una cazuela pochar la cebolleta y dos dientes de ajo con muy poco aceite a fuego lento, y cuando se ablanden, añadimos los tomates escurridos y troceados. Vamos removiendo de vez en cuando hasta que quede hecha una salsa. Añadiremos guindillas al gusto, y sal, e iremos probando por si añadimos más. Al final agregamos pimentón al gusto, y dejamos hacer un poco más. Al final pasaremos por el chino.
2) Por otra parte, cortaremos las patatas peladas y lavadas, en gajos o dados, y las freiremos en abundante aceite a fuego lento para que queden blandas por dentro, y para acabar pondremos el fuego más fuerte para que se doren y crujan por fuera.
3) Serviremos en un plato y pondremos la salsa por encima. Todo caliente.
NOTA: Si queremos que sean de lujo, cuadraremos las patatas una vez peladas, y las haremos con forma de dados. Haremos un agujero en la parte superior con un sacabocados ( lo que se utiliza para hacer bolitas a la fruta ), se freirán igual, y rellenaremos con la salsa brava, y encima un poquito de salsa ali-oli, hecha con mahonesa, ajos y un poco de vinagre de vino.
Que os guste!!
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