Un acompañamiento fenomenal tanto para carnes como para pescados. Sólo viendo y probando las patatas sabremos cómo va estar el resto. Es una prueba de cariño en la cocina, quién cuida los detalles y quién nos hace disfrutar hasta de lo más simple. Por sí solas están también muy buenas y las podemos tomar como aperitivo. El origen de esta receta es francés pero está totalmente extendido por nuestra geografía. Son muy parecidas a las " pommes boulangeré " pero con nuestro aceite de oliva.
INGREDIENTES:
- Patatas.
- Cebolleta.
- Ajos.
- Pimiento rojo o verde.
- Aceite de oliva.
- Vino blanco.
- Sal.
- Pimienta.
ELABORACIÓN:
1) Pelamos las patatas, y las hacemos rodajas grandes, no muy gruesas, como de medio centímetro. Las pondremos en una fuente de horno con la cebolleta partida en juliana, unas láminas de ajo, y unas tiras de pimiento. Ponemos sal y pimienta, y añadimos un buen chorro de aceite de oliva.
Cubrimos la fuente con papel de aluminio para que no se nos sequen, y cuando estén blanditas lo quitamos, añadimos un chorro de vino blanco y las volvemos a poner a hornear hasta que se nos empiecen a dorar un poco.
A que es fácil eh?, pues se hacen mientras preparas la carne , el pescado, unos huevos, lo que quieras....